El acabado denominado melaminico tiene una gran resistencia y es muy difícil de rayar, manchar o dañar de alguna manera.
Sin embargo, es aconsejable tomar algunas precauciones, como mantener el producto alejado del calor directo y de la luz solar: una exposición prolongada a estos agentes puede provocar blanqueamiento del color.
En caso de manchas, basta con limpiar los muebles con un paño humedecido de agua caliente, secandolos luego con un paño seco y, posiblemente, suave.